La vaginosis bacteriana (VB) es una infección vaginal común caracterizada por un desequilibrio de la flora vaginal. Aunque la vaginosis bacteriana no es una infección de transmisión sexual (ITS), puede tener un impacto significativo en la salud reproductiva y ginecológica de la mujer.
Equilibrio microbiano
Flora vaginal normal
La vagina alberga un delicado equilibrio de bacterias, incluidas las buenas (lactobacilos) y las dañinas. BV ocurre cuando este equilibrio se altera.
Razones
Cambios en el equilibrio bacteriano: no siempre se conoce la causa exacta de la vaginosis bacteriana, pero ciertos factores pueden contribuir al equilibrio bacteriano, como el cambio de pareja sexual, las duchas vaginales o el uso de ciertos antibióticos.
Signos y síntomas
Secreción vaginal
Cambios de color y olor: un signo de VB es el flujo vaginal anormal, que puede ser de color blanquecino y tener un olor distintivo a pescado.
Prurito e irritación
Malestar vulvovaginal: algunas mujeres pueden experimentar picazón o irritación en la vagina y la vulva.
Sensación de ardor
Malestar al orinar: la VB puede provocar una sensación de ardor al orinar.
Diagnóstico
Evaluación clínica
Examen físico: los proveedores de atención médica generalmente diagnostican la VB mediante un examen físico y considerando los síntomas y el historial médico.
Pruebas de laboratorio
Horpo vaginal: Se puede recolectar un hisopo de fluido vaginal y examinarlo bajo un microscopio para evaluar si hay bacterias dañinas.
Plan de tratamiento
Antibióticos
Metronidazol o clindamicina: el tratamiento principal para la VB es un ciclo de antibióticos recetados por un profesional de la salud, generalmente metronidazol o clindamicina.
Es mejor tomar metronidazol con alimentos para reducir posibles efectos secundarios como náuseas o malestar estomacal. También es importante no beber alcohol mientras toma metronidazol, ya que esto puede provocar una resaca intensa.
Probióticos
Promover una flora saludable: algunas investigaciones sugieren que los probióticos, especialmente aquellos que contienen cepas de lactobacilos, pueden ayudar a restablecer un equilibrio saludable de las bacterias vaginales.
Estrategias de prevención
Prácticas de seguridad
Sexo seguro: el uso de métodos de barrera, como condones, durante la actividad sexual puede reducir el riesgo de vaginosis bacteriana.
Limitar el lavado
Impacto de las duchas vaginales: Evitar las duchas vaginales ayuda a mantener el equilibrio natural de la flora vaginal.
Inspección periódica
Examen ginecológico: el examen ginecológico regular ayuda a la detección temprana y al tratamiento oportuno.
Complicaciones y recurrencia
Complicaciones del embarazo
Mayor riesgo: la VB se asocia con un mayor riesgo de parto prematuro y bajo peso al nacer en mujeres embarazadas.
Riesgo de recurrencia
Condiciones persistentes: la vaginosis bacteriana puede reaparecer en algunas personas y los casos recurrentes pueden requerir atención médica adicional.
Busca orientación profesional
Si bien existen tratamientos de venta libre para la vaginosis bacteriana, es fundamental consultar a un profesional de la salud para obtener un diagnóstico adecuado y un plan de tratamiento personalizado. Ignorar los síntomas o intentar autodiagnosticarse puede provocar complicaciones o un tratamiento ineficaz.
Conclusión
La vaginosis bacteriana es una afección común y tratable que afecta la salud reproductiva de las mujeres. La atención médica inmediata, las prácticas sexuales seguras y las medidas preventivas pueden ayudar a mantener un equilibrio saludable de la flora vaginal. La comunicación abierta con los proveedores de atención médica garantiza un diagnóstico y tratamiento adecuados, lo que permite a las personas controlar la VB y priorizar su salud ginecológica.